PRESENTACIÓN CARTEL SEMANA SANTA DE ESPEJO 2013
Cuando contemplé por primera vez esta imagen que
hoy tenemos ante nosotros, me vinieron a la mente las palabras con las di
comienzo, hace ya siete años, al pregón de la Semana Santa de Espejo, y
entonces, como ahora, quiero empezar con ellas, pues resumen, de manera
sencilla y a la vez contundente, el sentido más profundo del Domingo de Ramos.
El día de la ilusión, cuando comienza todo…
¡Que se cumplan las profecías! -DIJE-. Que el
Mesías entre en Jerusalén mansamente. A diferencia de los conquistadores, que
cabalgan en briosos corceles, que Él lo haga sobre un humilde asno (Gn 49. 11).
Que su reinado no se mantenga con la violencia, sino con el amor y la justicia.
Contra Él no valen las armas...
Autoridades. Reverendo Señor Cura Párroco. Agrupación de Hermandades y
Cofradías. Hermanos cofrades. Amigos todos:
Hoy nos reunimos en
el comienzo de una nueva Cuaresma para celebrar el acto de presentación del
cartel de Semana Santa 2013, que nos muestra una estampa, que tan sólo cinco
años atrás era inimaginable para los cofrades espejeños. Sólo la ilusión
desbordante, la fe y el trabajo de un grupo de jóvenes, la han hecho posible.
Contemplamos un gran
paso de misterio, bajo la luz radiante de unos de los días que relucen más que
el sol. Su silueta recorta la piedra centenaria de la portada de la antigua
ermita de Ntra. Sra. de las Angustias, convertida tras la Guerra Civil en
puerta de acceso al templo Parroquial. Tras la dificultosa salida, las primeras
brisas de la mañana acarician dulcemente las vestiduras y las hojas de la
palmera se mecen al suave ritmo de los costaleros. Las imágenes parecen cobrar
vida. Cierro los ojos y me viene olor a incienso y empiezo a intuir los
primeros acordes de La Saeta.
En el centro, aparece
la majestuosa imagen de Ntro. Padre Jesús de la Salud a lomos de una
borriquita, completando la escena, Josué, un niño que con sus tiernas manos
agarra con fuerza el cabestro de la burra, tratando de abrirse paso entre la
multitud. Una niña, Jezabel, ajena al bullicio, clava su mirada en el rostro
del Divino Redentor. Jezabel somos nosotros, los cofrades espejeños, que
también contemplamos fascinados la nobleza del rostro de Cristo. Dos apóstoles
acompañan a Jesús. El joven Juan, discípulo amado que, portando una palma, se
ha contagiado de la euforia y algarabía del pueblo. A su lado –todavía ausente-
Pedro, que ojo avizor, velará en todo momento por la seguridad del Maestro.
La instantánea que
anuncia este año nuestra Semana Mayor, fue hábilmente captada por Rafael
Crespo, una persona a la que vemos siempre en Semana Santa con un saxofón
colgado de su cuello, tras los pasos de un palio como miembro de la Agrupación
Musical Maestros Jurado y Carretero y no con una cámara de fotos. Pero el
Domingo de Ramos espejeño por el momento le permite disfrutar como público de
la Hermandad de la Estrella en toda su plenitud. Por el momento, claro, sólo
por el momento…
Camina este armónico
conjunto sobre una canasta de madera de cedro, adquirida a una hermandad de
Ayamonte (Huelva), canasta que aún espera que un tallista le arranque de las
entrañas todo el barroco que lleva dentro.
El exorno floral,
obra de Antonio Romero, es un elegante friso de clavel color rosa pálido,
complementado por las eternas ramas de olivo y las tradicionales hojas de
hiedra. Como remate, una artística palmera natural, confeccionada cada año por
Paco Priego y su hijo Francisco Manuel, prioste de nuestra Cofradía.
Todas las esculturas,
excepto San Pedro, que se encuentra en fase de diseño, han salido de la gubia
del joven imaginero Ramón Martín, natural de la localidad sevillana del Viso
del Alcor. Autor, igualmente, de la bella imagen de María Santísima de la Estrella,
titular de la Hermandad.
Hermosas vestiduras
engalanan a los intérpretes de esta entusiasta escena. Su primorosa confección
se debe a la impagable y a la vez discreta labor de Dolores Bello, mientras que
el pausado quehacer de vestirlas corre a cargo de las camareras, Isabel Casado
y Mª Dolores Lastre, ayudadas por Inmaculada Serrano y el omnipresente
Francisco Reyes, nuestro Hermano Mayor.
Pero además, el Paso
hay que montarlo y hay que ajustarle todos y cada uno de los tornillos y
tuercas que lleva y sería injusto, no acordarme de todos aquellos que realizan
esta labor y por qué no decirlo, que trabajan día a día por la Hermandad
organizando los Cultos, atendiendo en el cuartelillo durante los días de
Cuaresma, montando una caseta de feria, Cruz de Mayo o…lo que haga falta…Me
refiero a Alejandro Lucena, Rafael Cerezo, Juan Navajas, Miguel Ángel Santos,
Francisco Rafael Raso, Rafael Porras, Diego Casado, David y Daniel Tamajón,
Antonio y Ángel David Jiménez, Eduardo Laguna, Salustia Rodríguez, Miguel Reyes
o Ángel Bravo… y algún otro que, seguro se me olvida, y al que pido perdón de
antemano.
Como podéis ver y sin
duda valoráis, un arduo trabajo de esta joven Hermandad, que nació, paradojas
de la vida, gracias al cambio en la legislación del sistema educativo, mediados
los años noventa. Y es que fue la LOGSE, la que provocó, a partir de su puesta
en marcha, que los alumnos de mayor edad del Colegio Cervantes tuvieran entre
once y doce años, lo que hacía inviable su labor como costaleros del Domingo de
Ramos, como lo habían hecho hasta ese momento los alumnos del extinto 8º de
EGB. Para que luego digan que los cambios en educación no traen consecuencias
positivas.
La Agrupación de
Cofradías toma conciencia del problema y piensa en formar una cuadrilla de
costaleros estable para el paso de “La Borriquita”. ¿La persona adecuada? No
tuvieron duda: Francisco Reyes Reyes. Quien, también sin dudarlo, asume el reto
y crea una cuadrilla de jóvenes costaleros. A partir de ahí, los
acontecimientos se precipitan a un ritmo de vértigo:
-
Se
acondicionan las antiguas andas de la Verónica, de mayores dimensiones que las míticas
parihuelas color verde, que logran así su merecida jubilación.
-
La
cuadrilla se consolida año a año, y decide de dar un vuelco a la forma de
llevar el paso. Piensan en un paso de misterio llevado a costal. Algo inédito
en esos momentos en la Semana Santa de Espejo y que por aquel entonces, también
se plantean un grupo de hermanas para portar la imagen de María Santísima de
Paz y Esperanza. Eso suponía una mayor organización y compromiso del grupo, con
ensayos a horas intempestivas. Algo nuevo a lo que no estábamos acostumbrados.
He de decir que cuando me lo comentaron pensé, sinceramente, que no lo
conseguirían…
-
Pero el
camino emprendido parece no tener vuelta atrás y los costaleros adquieren un
paso, por sus propios medios, y cuando son sólo eso… una cuadrilla de
costaleros.
-
La
Agrupación se da cuenta de la envergadura del proyecto y les anima a
constituirse en Hermandad.
-
Se
redactan los Estatutos y por fin el 7 de Julio, día de San Fermín, de 2009, las
reglas reciben el plácet del Obispado de Córdoba. Quedaba erigida la
Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús de la Salud,
María Santísima de la Estrella y San Bartolomé Apóstol. Incorporando el Culto
al Santísimo Sacramento y al Patrón de nuestro pueblo, tantas veces olvidado.
Desde un
primer momento, me pidieron colaboración y yo se la he dado sin reservas. Y lo
he hecho por dos motivos fundamentales:
1º.- Por
la amistad, para mí la amistad es sagrada, que me une con dos de los puntales
más importantes del grupo: Carlos Lucena y Francisco Reyes.
2º.-
Porque me gustan las personas que arriesgan, que luchan, que tienen la valentía
de dar un paso al frente, que sueñan….y que trabajan día a día para que sus
sueños no se esfumen como una simple quimera.
Con motivo del 4º aniversario de la salida procesional de la cuadrilla
de costaleros, a petición de nuestro Hermano Mayor, tuve el honor de dirigirme,
en nombre de la Junta de Gobierno, a todos nuestros hermanos a través del blog
de la Hermandad “Estrella de Espejo”. Mis palabras fueron éstas:
“Era la
cuarta ocasión que el Señor en su Entrada Triunfal en Jerusalén, portado a costal,
caminaba por las calles de Espejo.
Cuatro
años…y parece que fue ayer cuando comenzados esta bendita locura. Hemos
conseguido muchas cosas en muy poco tiempo: organizar una cuadrilla de casi 60
costaleros, adquisición de un paso provisto de trabajaderas, ensayos,
realización de unas figuras de misterio que acompañen al Señor y lo más importante
la redacción de unos estatutos que nos constituyeran en hermandad.
Este año,
nos poníamos en la calle por cuarta vez y fue una alegría comprobar que el
cuerpo de nazarenos que acompaña al Señor va en aumento cada año, de manera
lenta, pero segura. Y lo más alentador, los que comenzaron a procesionar hace
cuatro años, lo siguen haciendo, siguen creyendo en nuestro proyecto. El tramo
de palmas, por su parte, también se ha visto incrementado este año (tanto niños
como mayores) y es nuestra intención seguir en esta línea. Del apoyo de todo el
pueblo, la verdad es que no nos podemos quejar, la presencia de multitud de
personas acompañando al Señor, a lo largo de todo el recorrido (salida,
entrada, Calleras, Plaza, calle Nueva o calle El Santo,…) nos hace sentirnos
arropados, a la vez que nos sirve de acicate para seguir trabajando con
entusiasmo.
Pero, no
nos detengamos en lo hecho hasta ahora y asomémonos al futuro más inmediato.
Dejémonos de autocomplacencia, pues nos quedan retos muy importantes por
conseguir. Lo primero, seguir ahondando en el sentido de hermandad que debemos
tener. No es fácil pasar de ser una cuadrilla de costaleros a ser una hermandad
en su sentido más amplio. Nos gustaría, por tanto, que cada vez se acercaran
más personas a participar de nuestros proyectos. Hemos conseguido cosas y
parece, sin embargo, que casi todo está por hacer: potenciar el culto a
Nuestros Titulares, realizar actividades que den sentido a nuestra Cofradía
(caritativas, sociales, culturales….), afianzar año a año nuestro cortejo
procesional, acentuar nuestro carácter Sacramental, contribuir a que la restauración
de la Parroquia sea, como
lo es hoy, una
realidad… y todo ello, confiando en que, más pronto que tarde, una “Estrella”
nos guíe.
Con el
trabajo y colaboración de todos sin duda iremos consiguiendo objetivos, poco a
poco, sin prisa. De momento quedémonos con un Domingo de Ramos espléndido,
pleno de emociones, de miradas embelesadas de niños y de alguna furtiva lágrima
derramada…. por mil motivos.”
Gracias pues, a su
generoso esfuerzo, hoy podemos presentar este bello cartel como estandarte de
la Semana Santa de Espejo 2013. Semana Santa que ha alcanzado un momento de
máximo esplendor y unas dimensiones que casi escapan a la capacidad de nuestro
pueblo. Hasta nuestra Parroquia, parece haberse quedado pequeña cuando están
montados todos los pasos.
En este punto, creo
modestamente, que las Hermandades de Espejo, sin abandonar el cuidado,
conservación y ampliación de su patrimonio artístico, deberían prestar
algo de atención a su patrimonio humano. Destinar recursos, por ejemplo,
a la formación, sobre todo de los más jóvenes, que no crean que ser cofrade
consiste solamente en ajustarse un costal o atarse una almohadilla.
O cuidar
a nuestros hermanos de luz, que cada vez son menos. En definitiva,
ahondar en la idea de Hermandad y difundir la cultura cofrade. Por cierto, me
refería a cofrade escrito con “C” y no con “K”, pues entre los dos términos hay
una gran diferencia y no sólo ortográfica.
Espero y deseo que
con la ayuda y el trabajo de todos los que amamos esta celebración lo vayamos
consiguiendo. Como espero y deseo que esta Cuaresma 2013 sea realmente
provechosa, que la tomemos como auténtico tiempo de conversión y que sirva para
prepararnos para la gran fiesta, que sin duda será, esta Semana Santa 2013. Que
Nuestro Señor Jesucristo acompañado por su Santísima Madre, encarnados en las
distintas advocaciones, recorra las calles de nuestro pueblo impartiéndonos su
bendición.
Para finalizar, permitidme un último gesto de complicidad con mi
cuadrilla de costaleros, muchos aquí presentes. Ellos, con su esfuerzo, son los
verdaderos responsables del andar distinguido de ese altar itinerante, que se
asoma a la claridad rotunda de cada primavera. Y lo quiero hacer con la voz que
ya se ha convertido, por derecho propio, en seña de identidad de nuestro
Domingo de Ramos y de las frías noches de la Cuaresma Espejeña.
Hermanos: “Tos por
igual valientes y arriba la gente buena de verdad.”
Muchas
Gracias.
Gracias Cristobal por tu labor desinteresada con esta Hermandad y Cofradía, que continue enseñandonos, fe y devoción a nuestros titulares y nuestro hacer diario en la Hermandad.
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